Hoy en día, las comidas rápidas se han transformado en una salida fácil para mucha gente. Pero no nos damos cuenta de la impresionante capacidad que tiene la industria alimentaria para transformar los alimentos en productos muy diferentes y que sin duda están contribuyendo al aumento de la obesidad.
Tenemos alimentos saludables como una pechuga de pollo, un vaso de leche, papa al horno , un sándwich o fruta fresca. Y es muy común que por falta de tiempo, comodidad o ideas, terminamos comiendo alimentos no tan saludables y más procesados como una milanesa empanizada, leche con chocolate , papas fritas , hamburguesa, fruta deshidratada y endulzada o cualquier otra alternativa de comida “Chatarra”.
Lo triste es que cada día son más las personas que eligen, incluso varias veces a la semana, comer esta clase de alimentos los cuales se caracterizan por tener un alto contenido de calorías, grasas y sal.
Toma en cuenta que no importa cuan saludable sea el alimento, si en la preparación se utilizan azúcares, grasas o químicos, muy probablemente el producto final sea un “Alimento basura”.