¿Te alimentas porque tienes hambre o por que necesitas confort?
Todos comemos por confort en algún momento. A veces elegimos helado si estamos estresados, papas cuando estamos aburridos o chocolate cuando queremos sentirnos apapachados.
Comer de vez en cuando por “ Hambre emocional” no es un problema, pero se puede convertir en uno si se come de esta manera de forma habitual.Comer en exceso provoca inflamación, desequilibrio con la glucosa e insulina y ganancia de peso, todo estos desbalances provocan enfermedades crónicas. Comer por hambre emocional evita enfrentar la tristeza, ansiedad o enojo y la comida se convierte en una droga para evadir las emociones negativas.
¿Cómo detectar si comes por hambre fisiológica o por comodidad?
¿Cuándo fue la ultima vez que comiste? Sentías hambre o buscabas otra cosa en los alimentos.
¿Qué hora es? Es más probable que comas por confort en la noche después de cenar.
¿Comes conscientemente? Analiza si comes mientras ves la TV, revisas tus mails o trabajas.
Si notas que comer por hambre emocional se te esta haciendo un hábito, te voy a compartir 3 tips para ayudarte a controlarlo :
Detecta tu hambre: Si en verdad es hambre lo que tienes no siempre vas a buscar un chocolate o unas papas para llenarte, lo que tu cuerpo pide es “Comida real “ para satisfacer tu necesidad fisiológica. Si no tienes hambre , ¿Qué es lo que necesitas?
Identifica tu necesidad real: ¿Qué te hace falta que no estas recibiendo? Amor, atención, ocupaciones, hobbies, actividad física, etc.
Come con consciencia: Practica comer sin distracciones, siéntate, sírvete y disfruta de tu comida, de la compañía o del lugar.
Geneen Roth experta en hambre emocional suele decir “ Si prestas atención cuando tienes hambre, lo que tu cuerpo quiere, lo que estás comiendo, cuando has tenido suficiente, se termina la obsesión por la comida , porque la obsesión y la consciencia no pueden coexistir".
¿Te estas comiendo tus emociones?