Escuchamos mucho sobre la alimentación de los niños y adolescentes y es que es realmente importante que su dieta sea buena. El alimento proporciona la energía necesaria para las funciones básicas del cuerpo, en edades tempranas es súper importante para que cada órgano alcance su desarrollo óptimo, por lo que seguir una dieta balanceada de acuerdo con las necesidades personales y etapas de tus hijos, asegurará un mejor rendimiento escolar y evitará problemas respiratorios, cardiacos o de obesidad.
Kinder y primaria
A partir de los cuatro años, los niños inician un crecimiento más lento pero constante. No van triplicar su peso y tamaño como cuando eran bebés, pero aún requieren cubrir sus necesidades nutricionales y no solo satisfacer antojos. Ya empiezan a elegir sus alimentos y prefieren ciertos sabores y texturas, pero es importante ofrecerles alimentos que los nutran. Deben consumir lo que acostumbra el resto de la familia pero son ellos los que deciden las cantidades.
En esta etapa muchas veces por desesperación dejam
os que los niños coman lo que quieren y cometemos el grave error de dejarlos y es justo por esta situación que llegan al consultorio adolescentes que únicamente consumen comidas infantiles.
Secundaria y prepa
El pico de crecimiento de las mujeres se da entre los 11 y 15 años, mientras que en los hombres, entre los 13 y 16 años. En este periodo se van a producir cambios fisiológicos, psicológicos, intelectuales y sociales y es necesario cubrir las necesidades alimenticias para alcanzar el máximo desarrollo físico y un correcto rendimiento. Se debe vigilar el consumo de hierro y calcio.
Guía a tus hijos para que aprendan a cuidar y respetar su cuerpo, impúlsalos a hacer ejercicio y habla con ellos acerca del tabaco, drogas y alcohol.
Recomendaciones para mejorar la salud y nutrición de tus hijos :
Los padres son quienes controlan lo que se compra y come en casa. Procura tener siempre frutas, verduras y snacks saludables.
Recuerda que no hay alimentos prohibidos, únicamente alimentos que no debemos de comer tan seguido.
El desayuno es una comida muy importante, el cuerpo necesita energía después de dormir, por lo que es esencial. El desayuno ayuda a tu hijo a concentrarse mejor en las primeras horas de estudio. Ej: Fruta, huevo, quesadilla, avena.
Servir y ofrecerles porciones pequeñas y si aún no se han llenado o si desean más alimento servirles nuevamente.
Tu hijo te puede decir, por ejemplo; “no me gusta el jitomate”, pero no se vale que diga “no me gustan las verduras”. Nos pueden no gustar 1 o 2 alimentos pero no todo el grupo de alimentos.
Intenta reducir la cantidad de azúcar que consume incluyendo dulces, bebidas y jugos endulzados con azúcar.
Ofréceles variedad y mucha creatividad en la forma y preparación de los platillos.
Ayúdalos a identificar lo que sienten: a comer cuando tienen hambre y parar de comer cuando se sientan satisfechos, tomar agua cuando tengan sed.
Tus hijos deben comer un poco de todo. Evita preparar alimentos “especiales “para niños.
No utilices la comida para decir "Te quiero". Los niños pueden empezar a utilizarla como mecanismo para afrontar el estrés u otras emociones negativas.
Promueve el ejercicio, intenta que tu hijo haga algún deporte y asegúrate de que le guste para que sea constante y no deje de hacerlo.
La mejor manera de enseñar y formar hábitos es con el ejemplo. Empiecen ustedes como padres a hacer cambios.
Las costumbres alimenticias que aprende un niño son para toda su vida, hacer un esfuerzo al principio es lo ideal.